Y aunque a menudo
inclino la cabeza
vencida
vencida
por ese gigante
que se parece a la vida
y aunque a veces
lloro lágrimas viejas
mientras arrastro mi cuerpo roto
por el camino sin fin de la ilusión,
y aunque mis ojos
puertas tristes
en ocasiones
dejen entrar la locura del mundo
en mi alma,
ni por un instante
Padre
ni por un momento
apartes de mí éste cáliz.
Para ti, Ale, Bibliobulímica, almita linda. Por tus comentarios.
INCREIBLEMENTE GRATIFICANTE LEER TUS LINEAS, CUAL RAYOS DE DILEMAS SE TRANSFORMA EN DIADEMAS…LINEAS QUE AL ALMA NO SOLO ALIMENTAN,
SI NO QUE PERTURBAN, PERO CON UN SABOR AGRIDULCE
DE LA VIDA MISMA,
AQUELLA QUE PASAMOS BUSCANDO
UN BUEN DESTINO
..AUNQUE AVECES.
COMETEMOS DESATINOS
AL CONFIAR…SIN PENSAR…
QUE NOSOTROS SOMO DUEÑOS
DE CADA ACTO..COMO DIOSES EN EL TIEMPO
COMO NUBES QUE SE LLEVA EL VIENTO
No soy cristiana, pero entiendo que tus creencias te ayuden a salir adelante. Lo importante es levantarse 😉
Un saludo,
Deprisa
Pues yo tampoco soy cristiana ni nada, soy atea, la frase la uso porque me parece bella y llena de fuerza.. seas o no cristiano, y sí, lo importante es seguir adelante, un saludo., Ana
Hola Ana
como siempre agradecerte que nos regales poemas así, con tu fuerza, con tu rabia, con tu poder!!, mira de lo que eres capaz incluso en momentos bajos…
«lloro lágrimas viejas», pues a visitar a Ade para llorar lágrimas nuevas, pero de risa…
Vuelve, que te echamos de menos, un abrazo 😉
Maribel, que comentario más lindo, muchas gracias, guapa.
WOW… eso solo puedo decir
Muchas gracias, Norberto.
Por supuesto que te echamos en falta. También yo pasaba por aquí pero pensé que quizás la cia. de teléfono se había vuelto a poner rabuda.
Como estoy convencida de que eres una mujer valiente y con muchas agallas, se que remontarás el bajón (que los valientes y fuertes también tienen sus momentos plof).
¡Recuerda-tu misma lo escribiste- que el camino de la ilusión no tiene fin!
Un abrazo muy fuerte.
Un abrazo grande para tí, guapa.
Pues que sepas que he echado mucho de menos tus comentarios «¿dónde estará mi jefa de campaña?» pensaba, por cierto, que una vez más te he dado las gracias (y más que te mereces), en este post tan bonito que nos dedicó (a todas las mujeres de incontestable belleza), Zeberio Zato
http://vividordeotrasvidas.blogspot.com/2009/11/sobre-mi.html
Pues ya ví los comentarios y el post de Zeberio, muchas gracias, guapa, por acordarte de tu jefita de campaña.
Ana, como todas pasaba por tu blog, todos los días, y nada, pero no pensaba que estabas regular, pensaba que tu ordenador estaba averiado, mira como soy, siempre pienso en cosas así, nada de que las tristezas nos acechan.
No tengo bálsamos para curar, yo cuando estoy así el único bálsamo que me cura es pensar en mi gente que me quiere y me rodea y aquí en este espacio cibernético tienes mucha gente que te queremos.
Preciosa poesía, que envidia Biblio jeje
Un abrazo grande.
Teresa
Tere, ya te estaba extrañando yo a tí, fíjate que a la única que le dejé un comentario en uns post en este tiempo fué a tí. No es que esté triste, no te preocupes, muy cansada, sí, vencida temporalmente, quizás, llena de dificultades y sin fuerzas , puede ser, pero nunca he dudado ni por un momento de lo feliz que soy teniendo gente tan linda como la que me rodea.
Por eso digo, no apartes de mí éste caliz, porque a pesar de todas las dificultades, que ni por un instante piense en quitarme nada en absoluto de ésta vida que tengo y de éste camino que tengo por recorrer, aunque se mire a veces, con envidia, a la silla, que al lado del camino, nos tiente a dejarlo todo y renunciar, jaja, soy muy loca por la vida como para pensar en rendirme, un abrazo inmenso para tí, Ana
Adelante que como dice Maike, se te extraña…
Gracias, Morgana, linda, que rico que lo extrañen a uno, eh? se me levanta la moral…
Mucho ánimo guapísima, estaba esperando tu vuelta, y siento que tu ausencia no haya sido por motivos alegres, pero en todo caso conservas tu talento, y tus ganas de luchar.
Un beso muy fuerte para tí y otro para Ale, que efectivamente, se lo merece.
Leyéndote yo me animo mucho, la verdad, el último post tuyo estaba genial, pero no tuve tiempo de dejar comentarios, que por otro lado, estaban muy jugosos ya , gracias, loque, un beso, Ana
Bueno, aunque sea en un momento triste, por lo menos tus musas han llegado (más vale tarde que nunca).
A ver si vienen las musas, pero más alegres!
Isi, procuraremos, procuraremos..jiji.
Al fin de vuelta!!!!
Triste, pero no vencida.
Te queremos íntegra, como eres. Así que ánimo, mi prima linda, que falta mucho camino de ilusión por recorrer… aunque tengamos los 50 a la vuelta de la esquina, jeje.
Un besote.
Adeeeeeee, olvidate de los 50, que eso es bobería,contéstame los correos, sinverguenza, tu último post me encantó…
¡ayyyyyy! ¡para mí!¡bueno, yo siento no merecer una obra de este calibre! ¡me he emocionado hasta el túetano! y luego te leoy descubro entre tus letras el sentimiento de que te encuentras cansada, desilusionada…triste.
¡Y yo tan lejos! que no puedo correr a tu lado para darte un abrazo. No se que es eso gigante que sientes que te menea a su antojo, pero espero que pronto tus ojos sean arcos triunfantes por los que se meta la vida presurosa con sus mejores galas, y que tu corazón entone melodías que te hagan girar de alegría. Que ese cáliz amargo pase pronto y tú descanses y tengas tiempo de recomponer los pedazos.
Un beso grande grande grande, como el mundo,
Ale.
No te preocupes, Ale, que es más cansancio, agotamiento y frustración que otra cosa, cuando se está tan cansada es difícil cada cosita..Pero personas como tu, con el corazón amable, levantan el ánimo a cualquiera.. un abrazo muy grande, Ana
Ana, lamento leer que estés triste, espero que pase pronto, se te extraña. Un abrazo.
Gracias, Maykel, un abrazo para tí.
¡Qué bien! Ya estaba un poco preocupada con tu desaparición -no sabía si era que las musas habían pasado de tí o alguna otra cosa.
No se si estoy diciendo una tontería pero en el poema encuentro tristeza, derrota pero también coraje
De eso exactamente se trata, así que de tontería nada, lo has interpretado perfectamente. Un abrazo, Ana